miércoles, 20 de mayo de 2015

QUERIDA TARTERA

Después de tantas lentejas y guisos de ternera no tuviste el valor de entregarla sin mas en un punto limpio, dejarla a su suerte, para ser fundida y convertirse en  el casco de un barco que surcara los mares. No,  pensaste que algún individuo/a aún mas desgraciado/a que tu podría seguir cocinando en esa mugrienta tartera y por eso, en vez de como mínimo echarla en el contenedor la arrimaste con cariño a este, ofreciéndola en un gesto de generosidad. Menos mal que aún queda gente de buen corazón. La próxima vez que necesite algo para casa me pasaré por tu barrio, quizás tenga suerte y encuentre alguna televisión de tubo o una silla de playa.