miércoles, 28 de octubre de 2015

EL JABON DEL HOTEL

Me imagino al fulano de la cadena de hoteles  Silken pensando:
- Con esto lo petamos. Metemos una pastillita de jabón, de esas que no hacen espuma ni amenazándolas, en una caja de cartón del triple de su tamaño y ya podemos subir el precio de la habitación tres euros.

Ni se le pasó por la cabeza que alguien pudiera pensar que semejante estupidez pudiera provocar un mínimo rechazo hacia sus establecimientos.

No exageremos. Tampoco es para matarlos, pero bueno cualquiera se da cuenta de que para envolver  un jaboncito basta con un pequeño trozo de papel y el resto es hacer el tonto.

viernes, 9 de octubre de 2015

LOS PINTORES NO RECICLAN ( Y LOS DEMAS TAMPOCO)

 
Hace unos días, después de pintar una habitación de nuestra casa, me encontré al pintor haciendo un primoroso envoltorio en el que delicadamente mezclaba restos de pintura seca, papel y plástico con la intención de echarlo en el contenedor verde, así sin anestesia. Se lo quité de la habitación y yo mismo intenté separar en los contenedores de debajo de casa  las tres fracciones.
 
Hace tiempo que decidí no fiarme de ellos ( pintores, instaladores de electrodomésticos, electricistas, etc)  cuando juran por lo mas sagrado que lo van a reciclar todo-todo. No es que sean malas personas o unos vándalos incívicos, es solo que la vida es demasiado complicada a veces para reciclar, cuando los clientes los hacen correr como locos para ganarse un sueldo con el que vivir.
 
En este caso, lo tengo claro, o lo hago yo o no lo hace nadie. Siempre que puedo lo hago yo. A fin de cuentas no se cambia de nevera todos los días.
 

viernes, 2 de octubre de 2015

ACEITE RECICLADO

Cuando empecé a reciclar el aceite usado en casa,  hace muchos años,  tenía algo de miedo. Me imaginaba un escenario catastrófico de aceite derramado por la cocina, con gritos y papeles por todo el suelo para contener el desparrame, como una película de esas de desastres tipo, terremoto en la ciudad o edificio en llamas. Nada de eso ha sucedido aún, incluso con dos niñas pequeñas corriendo por la casa y tocando en todo.
 Basta con un pequeño bote a mano para ir echando el aceite que sobra de las ensaladas o las frituras y uno grande detrás de la lavadora que no molesta. Cada año reciclo unos 15 litros que se irían inútilmente por el fregadero en vez de reutilizarse para biodiesel. No es tan difícil.