martes, 16 de febrero de 2016

EL PAN PARA LAS GALLINAS DE JULIA

La compra del pan en un hogar medio sigue los principios de la "ley de Murphy para el pan" que no están escritos pero que serían algo así como:
- Si te acuerdas de comprar el pan, también se acordará tu pareja y te saldrá el pan por las orejas.
- Si hay pan, no te apetecerá comerlo y si no lo hay  lo echarás de menos.
Fruto de estas inexorables leyes, se producen semanas dramáticas para el desperdicio de este alimento. Yo he descubierto el remedio para aliviar mi conciencia: las gallinas de mi vecina, pasan del señor Murphy y se lo comen todo-todo.
Mejor sería acertar con la compra pero bueno, al menos de vez en cuando me regala huevos.
 
 
 

sábado, 6 de febrero de 2016

LA BOLA DEL MUNDO EN EL PUNTO LIMPIO

Cuando iba camino del punto limpio con mi última cosecha de objetos para reciclar me di cuenta de que la bola del mundo que llevaba para tirar, que se escachifló cuando se cayó la estantería, era una metáfora de lo que realmente estaba haciendo.
 
Tirar ese objeto a la basura, con su cable de cobre es una forma de cargarse el planeta, cuando cuesta tan poco buscarle un lugar mejor para facilitar su aprovechamiento. No hay sistema de gestión de residuos que funcione si los ciudadanos no estamos un poco concienciados y ayudamos en lo que se nos ocurra. El viejo tendedero, los limpiaparabrisas usados, las viejas tarteras depositados en el contendor de metal, mañana volverán a ser nuevos productos en vez de cosas imposibles de gestionar en una planta de residuos sólidos urbanos.