Hace unos días, después de pintar una habitación de nuestra casa, me encontré al pintor haciendo un primoroso envoltorio en el que delicadamente mezclaba restos de pintura seca, papel y plástico con la intención de echarlo en el contenedor verde, así sin anestesia. Se lo quité de la habitación y yo mismo intenté separar en los contenedores de debajo de casa las tres fracciones.
Hace tiempo que decidí no fiarme de ellos ( pintores, instaladores de electrodomésticos, electricistas, etc) cuando juran por lo mas sagrado que lo van a reciclar todo-todo. No es que sean malas personas o unos vándalos incívicos, es solo que la vida es demasiado complicada a veces para reciclar, cuando los clientes los hacen correr como locos para ganarse un sueldo con el que vivir.
En este caso, lo tengo claro, o lo hago yo o no lo hace nadie. Siempre que puedo lo hago yo. A fin de cuentas no se cambia de nevera todos los días.
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